La tuberculosis es una enfermedad causada por una bacteria llamada Mycobacterium tuberculosis. Estas bacterias, por lo general, atacan a los pulmones. Sin embargo, infrecuentemente, pueden afectar a otras partes del cuerpo, como los riñones, la columna vertebral y el cerebro. La afección es curable y se puede prevenir.
Su médico indicará la realización de una prueba de la tuberculina para averiguar si se ha infectado. Consiste en inyectar con una aguja una pequeña cantidad de solución bajo la piel, normalmente en el antebrazo, y que contiene una porción inactiva de la bacteria tuberculosa. En 2-3 días su médico valorará la reacción producida en la piel, la mayoría de los pacientes infectados desarrollan una reacción dérmica en el lugar de la inyección.